IMAGEN ILUSTRATIVA - PUEDE VARIAR EL COLOR
Las esponjas aplicadoras se han convertido en la herramienta imprescindible para conseguir un buen maquillaje.
Nada mejor para conseguir un acabado natural con tu base de maquillaje que aplicarlo con ayuda de una esponja.
Su gran ventaja: que permiten mantener un control total sobre el tipo de acabado que deseamos sobre la piel.
El material poroso con el que está diseñado esta esponja permite el codiciado acabado efecto «aerógrafo».
Es la preferida por los profesionales del maquillaje, ya que, al humedecerla,
retiene la cantidad justa de agua para una aplicación de maquillaje muy natural y uniforme.
Cuanto más humedecida esté, más ligera será la cobertura que proporcione.
Principales ventajas: No absorbe demasiado producto, al contrario que las esponjas tradicionales.
Su forma, que recuerda a la de un huevo, permite trabajar tanto áreas pequeñas como amplias.
Al ser totalmente curva, nunca deja líneas de maquillaje ni manchas sobre el cutis.
Permite trabajar casi cualquier tipo de producto de maquillaje, tanto fluido, como cremoso e incluso compacto.
Es ideal para mezclar productos y conseguir un acabado único sobre la piel.